domingo, 5 de mayo de 2013

Destino Cádiz.


Aprovechando  que era fiesta, el pasado 1 de Mayo, decidimos alternar, dejar los kayaks aparcados  e irnos a otra comunidad, a conocer y explorar otros rincones de pesca de nuestra geografía.
El lugar elegido para ello fue Cádiz, concretamente nos movimos por: Zahara de los Atunes, Atlanterra, Playa de los Alemanes y la Playa de bárbate, puntos calientes sin duda  en esta época donde el pescado azul se mueve cercano a tiro de caña haciéndose posible, disfrutar de una buena jornada de pesca.
Es impresionante como cambia el escenario, en cuanto  a aguas, especies, playas, etc…  entre Huelva y Cádiz, se podría decir que son dos mundos muy cercanos pero a la vez totalmente diferentes en cuanto a la pesca deportiva se refiere, ya  que   por la experiencia de compañeros, que en anteriores veces  han  pescado por el lugar y por distintas zonas y, no son pocos los detalles que se diferencias entre ambas costas.








Planteando la jornada.

Nuestro objetivo principalmente eran los grandes depredadores, que merodean cercanos a la costa en esta época del año, cuando el agua comienza a adquirir temperatura y el pescado azul se convierte en un gran atractivo a ser tentado  en superficie, así que Poppers y paseantes al canasto,  parar arar la superficie del agua, hasta  conseguir esas ansiadas picadas, y su posterior pelea, llena de carreras, saltos, cabezazos y adrenalina, mucha adrenalina…


Robaina, Lezcano, Morales, Dani Vasco y Un Servidor Javivi.




Entre dos luces.


Lezcano trabajando desde muy temprano.
Antes de las primeras claras del día, ya estábamos a pie de playa con nuestros equipos preparados para comenzar lo que seria una jornada  donde la actividad  era enorme,  persiguiendo a lo largo de toda la playa a esos bancos de peces pastos atacados por depredadores,  acorralándolos en la superficie del agua  intentando huir de ellos y dejando   una imagen similar,  como cuando el agua hierve,  pero en este caso llena de coletazos y estampidas, delatando la presencia de ellos en numerables ocasiones la presencia de charranes y gaviotas.





Precioso montículo.


Lastima que aun persiguiendo dichos bancos por la playa no se acercasen lo suficiente como para poder llegar con nuestros artificiales, y eso que probar, probamos con todo. Hubo una ocasión que parece que se acercaron y el compañero Robaina, consiguió hacerse con una captura, que  fue devuelta al agua dado su pequeño tamaño.


De vuelta, ahora toca reponer fuerzas.


 Aun así, el transcurso de la mañana continuó de la misma forma, fuimos probando por distintos sitios pero nada,  la actividad presente allí donde íbamos continuaba  igual, y mira que había pescado, pero ninguno a tiro de caña…











A la tarde.

Por la tarde decidimos cambiar de sitio, movernos por Bárbate, allí tocamos varias zonas y en todas nos pasaba igual, el pescado seguía lejos,  veíamos bancos y pájaras de pescado grande y lo que creímos eran caballas, jureles, lisas  y sardinas, correr por arriba del agua y tras ellas persiguiéndolas anchovas, palometones, melvas…   Pero igual de lejos que en la mañana.

Con el paso de las horas,  la jornada se nos complico  con el cambio del aire cambió, poniendose fuerte, dificultando la pesca con la gran mayoría de artificiales, ya que paraba demasiado el lance, seguimos intentándolo, hasta el mismo atardecer, pero no hubo manera.

Probando a distintas profundidades  hacia la playa. 


Intentando llegar a una de las bolas de pescado.


Tomando un descanso, y visualizando la actividad en superficie.


Así que llegados a una hora, merendamos, nos refrescamos un poco, y decidimos poner vuelta a casa,  despidiéndonos de un lugar, al que sin duda volveremos próximamente en más de una ocasión,  ya que aun si tocar escamas, fue un disfrute el  poder pasar un día por aquellas zonas en compañía de buenos amigos, y haciendo lo que mas nos gusta.


Volveremos.



Saludos.